Siempre he dicho que existe mar tierra adentro,
en el corazón de la persona que ama,
donde las huellas se quedan y las palabras se graban.
Océanos de sentimientos buscando tierra firme,
para echar raíces como si fueran plantas
y arraigarse a su tierra como sustancia viva.
Son mares de sentimientos que te agitan las entrañas;
el oleaje que zarandea tu cuerpo
se precipita contra el pecho cuando te bañas.
Son lágrimas que enrojecen tus ojos por la sal que contienen.
Son sentimientos que al mojarte duelen
como duele la mirada en bajamar,
como duele la mar cuando se marcha.
Gracias Caman Lasa.
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