FAMILIA Y MENORES EN INTERNET

Internet es un invento maravilloso, pero de nosotros,  depende el uso que hagamos de él.

Actualmente los menores tienen un acceso cada vez más precoz a Internet. Es, un instrumento muy util en los tiempos que corren pero,  la informaciñon que circula libremente por la red, también entraña ciertos riesgos que es necesario evitar.

En recientes estudios, se ha puesto de manifiesto, que la mayoria de los jovenes no han recibido ningún tipo de consejo sobre seguridad en internet y, a  esto,  habría que unir un cierto grado de inconsciencia a la hora de afrontar un potencial riesgo característico de la juventud. Por eso, es conveniente tratar de seguir unas normas básicas a la hora de su utilización por parte de los menores:

-         No instalar el ordenador en su habitación, es recomendable, hacerlo en zonas comunes de la vivienda para que un adulto pueda tener siempre la posibilidad de supervisar su uso por el menor.

-         Es fundamental instalar filtros de navegación que impidan el acceso del niño a sitios web de adultos.

-         No se debe impedir la utilización de las redes sociales por los menores, pero hay que vigilar el grado de privacidad de cada sitio y concretamente del de nuestro hijo.

Otra de las cuestiones que se deben abordar respecto a la utilización de internet por los menores, es el desconocimiento que la mayoria de ellos tiene de las normas y leyes que regulan la utilización de esta herramienta. Muchos de ellos no son conscientes de las consecuencias que supone amenazar o acosar a otra persona por la red, divulgar informacion personal o íntima de otros, colgar fotografias en la red, etc…

También convendría tener en cuenta las posibilidades de que Internet cree adicción, problema relativamente reciente en nuestro país pero que ya ha empezado a manifestarse, por lo que  los padres deben estar pendientes de si en  su hijo se manifiestan señales que indiquen la presencia de esta adicción.

La navegación de menores por internet no esta exenta de situaciones conflictivas, como puede ser la recepción de correos con contenido desagradable, situaciones de acoso sexual, insultos y amenazas, entre otras. Es necesario por tanto transmitir a los menores una serie de pautas para que sepan como reaccionar ante estas situaciones.